Países de Asia-Oceanía: India, China, Japón, Australia, Corea del Sur y Nueva Zelanda.

El desarrollo económico es un tema de profunda relevancia en un mundo cada vez más interconectado. En este análisis exploramos las economías de India, China, Japón, Australia, Corea del Sur y Nueva Zelanda, destacando las variables clave que impulsan o limitan su desempeño económico. Este enfoque nos permite entender mejor los motores del crecimiento y los desafíos que enfrentan estas naciones.
La importancia del PIB per cápita y la eficiencia económica
El Producto Interno Bruto (PIB) per cápita es uno de los indicadores más utilizados para medir el bienestar económico de un país. Sin embargo, no solo refleja riqueza, sino también la eficiencia en el uso de los recursos. A través de la función de producción (Y = A · f (T, L, K)), se analiza cómo el capital (K), el trabajo (L) y la productividad total de los factores (PTF) influyen en este indicador (Banco Mundial).
Economías como Japón y Corea del Sur se destacan por su alta PTF, lograda gracias a inversiones significativas en innovación e investigación y desarrollo (I+D), lo que les permite maximizar el uso de sus recursos. En contraste, países como India, con menor PTF, muestran un crecimiento económico impulsado por su fuerza laboral y consumo interno.
Un vistazo a las diferentes trayectorias
- Japón y Corea del Sur: Lideran en innovación, con un gasto en I+D superior al 3% del PIB en Japón y al 4.8% en Corea del Sur en 2023, acompañado de índices de complejidad económica (ICE) consistentemente altos (OCDE). Estos países enfrentan retos como el envejecimiento de la población, que limita el crecimiento del PIB per cápita.
- India: Aunque su PIB per cápita es bajo, su gran población y un mercado interno dinámico impulsan un crecimiento económico acelerado. Sin embargo, la baja inversión en I+D, inferior al 1% del PIB, limita la eficiencia de sus recursos (World Economic Forum).
- Australia y Nueva Zelanda: Estas naciones desarrolladas mantienen niveles altos de PIB per cápita gracias a políticas sociales avanzadas, estabilidad macroeconómica y un equilibrio entre sectores primarios y terciarios (Australian Bureau of Statistics).
- China: Representa un caso intermedio, con un ICE en crecimiento y un gasto en I+D del 2.4% del PIB. Aunque su modelo de desarrollo ha sido exitoso, enfrenta desafíos como el aumento de la deuda pública y privada (Brookings Institution).
Reflexiones sobre el crecimiento sostenible
El informe muestra que el crecimiento económico no depende solo de la abundancia de recursos, sino de estrategias que maximicen su uso, como políticas de innovación y estabilidad macroeconómica.
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